NUESTRA HISTORIA
Es esta esencia de compartir la que llevó a Anna Drewniok a crear esta única receta de licor de cacao que se remonta a la década de 1940 en la Alemania de la Segunda Guerra Mundial. Allí, los momentos familiares de paz eran escasos, pero muy bien aprovechados por la dedicada abuela y su familia, quienes decidieron hacer de estos momentos algo único y memorable.


Un momento único y especial es aquel que podemos disfrutar junto a las personas que más amamos.


Haciendo honor a la larga herencia chocolatera alemana, se crea esta tradición que trascendió generaciones y fronteras llegando finalmente a Ecuador, a las faldas mismas del Volcán Taita Imbabura, lugar que sumó su historia y majestuosidad como un ingrediente más en esta receta de amor y tradición familiar.